Antes de mi último viaje, me fui con miedo. Miedo a que no esperara a que volviera. Miedo a estar lejos. Miedo a dejarla partir.
La Funny, llego a mi vida de una manera muy bella. Me la regalaron en el colegio unas compañeras después de haber perdido a Andy Panda.
Pequeña, de pelo negro, con una alegría y amor inigualable, desmesurado y sin restricciones. Así llegó a mi vida la negrita, una de mis perritas.
He visto como su hocico se lleno de canas, como ha ido perdiendo el olfato y la vista. Como se ha ido deteriorando con el paso de los años y como su cuerpo se ha ido apagando de a poco.
Decidir que hacer es terriblemente doloroso. Prolongar su vida, con sufrimiento de por medio o ayudarla para que su tránsito por este mundo sea de la manera menos dolorosa posible.
Opte por dejar mi egoísmo de lado y decidí una muerte asistida para la que ha sido mi compañera por más de trece años.
La negra siempre fue pura felicidad y puro amor, dejarla partir significo tener el valor suficiente para tomar la decisión más difícil que uno puede tomar en esta vida.
Ayer después de trece años con un mes y tres días de habernos acompañados, la negrita partió acompañada de su familia, con plena tranquilidad.
Yo me quede con la pena de haberla perdido, pero con la calma y la paz que fue lo mejor para ella.
La Funny, llego a mi vida de una manera muy bella. Me la regalaron en el colegio unas compañeras después de haber perdido a Andy Panda.
Pequeña, de pelo negro, con una alegría y amor inigualable, desmesurado y sin restricciones. Así llegó a mi vida la negrita, una de mis perritas.
He visto como su hocico se lleno de canas, como ha ido perdiendo el olfato y la vista. Como se ha ido deteriorando con el paso de los años y como su cuerpo se ha ido apagando de a poco.
Decidir que hacer es terriblemente doloroso. Prolongar su vida, con sufrimiento de por medio o ayudarla para que su tránsito por este mundo sea de la manera menos dolorosa posible.
Opte por dejar mi egoísmo de lado y decidí una muerte asistida para la que ha sido mi compañera por más de trece años.
La negra siempre fue pura felicidad y puro amor, dejarla partir significo tener el valor suficiente para tomar la decisión más difícil que uno puede tomar en esta vida.
Ayer después de trece años con un mes y tres días de habernos acompañados, la negrita partió acompañada de su familia, con plena tranquilidad.
Yo me quede con la pena de haberla perdido, pero con la calma y la paz que fue lo mejor para ella.
10 de Septiembre del 2005 - 13 de Octubre del 2018