viernes, 29 de marzo de 2019

Capítulo 34. Nosotros

Él no tenía nada claro.
Yo no tenía nada claro.
Ninguno de los dos tenía resuelta la vida. Para ambos la vida era un poco caótica, dispersa y aproblemada. La vida adulta era un fiasco profundo. 

A veces nos acompañamos; a ratos, de lejos o de cerca. Nos vemos días seguidos o desaparecemos semanas completas. Hablábamos poco y a ratos hablamos mucho. Nos acercamos y nos alejamos como las olas en la arena. A veces ambos nos preocupamos, otras no.

El tiempo ha sido un vaivén extraño en nuestras vidas. Nos junta y nos separa, como sí todo esto fuera un ciclo. Como si nos quedara siempre algo pendiente. 
Así han pasado los años, la vida. Siempre me pregunto si realmente tenemos algo pendiente; o él o yo o ambos somos tan cobardes de no hacer nada por saber que sucede. 

Es una relación ambigua, ninguno de los dos sabe que piensa o siente el otro. Ambos tenemos corazas y ninguno las quiere romper. Quizás por temor a perder lo que tenemos, pero que tenemos? Un vínculo, un lazo, un afecto escondido que ninguno quiere reconocer. 
Hemos sido temerosos y no hemos aprendido nada en todos estos años. Seguimos separados y juntos. Seguimos siendo cobardes a nuestra manera, pero preferimos eso a nada. Acaso nos resignamos a eso para no sufrir, ni comprometernos. Porque al final a nuestra manera, nosotros nos seguimos teniendo, a pesar de todo y nada a la vez. Seguimos siendo nosotros aunque ni tú ni yo lo reconozcamos.