Yo soy una persona tranquila, bueno, tranquila dentro de todo. Piola, bueno mi risa no es muy piola que digamos, pero el resto de mi persona si lo es. Bueno yo mujer tranquila, en el sendero del señor cada cierto tiempo es boicoteada por ella.
Sí, ella. Ella que es seca pa tomarse hasta el agua del florero. Ella que le gusta bailar hasta el menos diez apretaito y hasta el suelo. Ella que curá y con celular con batería es un peligro para la sociedad, porque deja la cagada mandando mensajes. Pienso en ella y se me eriza la piel de lo Brígida que es la loca. Porque calmasound y aclarando un punto...todas las mujeres son (somos) locas, ninguna se salva, pero esta weona la cagó! Loca, loca, loca pó.
Ella que toma en la cuneta, o en la puerta de una casa, o donde le venga la sed; porque la loca con sed se pone más peligrosa que mono con navaja. A ella le gusta degustar el cartoné en la cuneta vacilándose algo pa la mente. A veces toma la semana completa. A ella le gusta cuando gente que no la conoce la desafié a tomarse el copete al seco, dudando de sus hábiles capacidades etilicas para empinar el codo; habilidades que adquirió con un arduo entrenamiento a lo largo de los años.
A pesar de que con ella nos conocemos de toda la vida, y hemos vivido diferente experiencias al borde de la religiosidad que nos podrían declarar beatas sin tener que llevar todos nuestros diversos milagros al Vaticano. A pesar de que ella no soy yo ni yo soy ella, compartimos el gusto por el postresismo y la ranciedad. A ratos nos perdemos, pero cuando nos reencontramos, son de esos reencuentros en que la tierra se sacude, chocan las estrellas, se caen los aviones y los huracanes azotan la tierra. Por que ella, es ella la Brígida y no yo.