Aunque la canción de Ráfaga debería decir: "Borracha, borrachita, paso mis días solita" En mis años de borrashera nunca los pase sola, sino con mi partner de trshago.
Y partiré, por donde todo debe partir para que tenga sentido: el principio. Es así como yo niñita del colegio de monjas, nerd y ñoña había sido pateada (una de las tantas veces, por el único ex ex de la vida). Moría de dolor mi corasaund y no se me ocurrió nada mejor que ponerme a tomar. Tomaba lo que viniera.
En esos años daba lo mismo si fuera lunes o domingo, no existía restricción para que días beber, ni tampoco en que medida. Así pase por mi etapa de Brígidamente Postre, este apodo que me autoimpuse fue algo así por más de un año. Yo no era buena pal trshago, pero la Brígida, ese ser que habitaba en mí, ella sí lo era. Y ademas siempre terminaba postre.
Fue así como la Brígida partía un miércoles, con la otra amiga buena pal trshago, apañadora y fiel. Esa amiga, que te agarraba el pelo, que te daba palmaditas en la espalda después de casi vomitar los intestinos, la que se quedaba despierta cuidando de que a la Brígida no le diera un coma etílico. Llegaba a la casa, bueno no recuerdo mucho como llegaba, pero llegaba. Al otro día, le pedía perdón a diosito y a mi mami, que me miraba con cara de "que hice mal en mi otra vida para merecer esto", su niñita, su única hija, era más curáh que sus otros tres hijos juntos. Recibía cabeza gacha todos los retos del universo en completo silencio de la boca de mi mamá, y le prometía que no tomaría más y que me volvería un mujer del señor, pero por mi que ese señor, fuera el señor de la botillería, pero no!
Así pase un año, tomándome hasta el agua del florero, carrete que me invitaban allá estaba yo. A veces partía tomando tempranito, tipín once de la mañana.
A pesar de que este período de ranciedad se prolongo más de lo que yo hubiese querido, fue así. Vomite mesas ajenas, con gente que no conocía. Rompí el lavamanos de la casa de mi amiga apañadora buena pal trashgó. Competí porque quien bebía más con un desconocido que me quería comer, y termine tan curá que mi amiga que me había abandonado no sabía como me había bajado casi medio chimbombo en menos de media hora. Me subí a autos con conductores que andaban tan borrachos como yo.
En eso años, lo reconozco, fui un ser rancio y demasiado irresponsable. Creo que nunca más me he emborrachado como en esa época. Bueno, Conífera del Bosque llego para dar calma a la Brígidamente Postre que habitaba en mí.
Ráfaga y su canción calo hondo en mi corasaund, osea describía a la perfección todo lo que pasaba en mi abro comillas y cito textuals:
"Paso mis días triste y borracho,
Pensando solo en ti
Sé que tu ya no me quieres
Chica, chica presumida "
Llevo años alejada del mundillo del carrete tóxico, ahora ese ex ex, es como un completo desconocido, pero reconozco que haberme pateado fue una buena excusa para haber pasado por un período de ranciedad, que supongo era necesario vivir. Ahora, desde que soy un árbol rehabilitado, salir a tomar el sol o caminar tarde por la noche es demasiado extremo para mi una mujers, que encontró el camino de la luz, la verdá y la vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario