De chica siempre fui perna, pero del verbo perna, pernísima diría yo.A mi se me soltaron las trenzas después que salí del colegio. Comencé a beber, tuve mis primeras borracheras, empece a fumar (cigarros) y como iba en escalada probé marihuana.
Mi primera vez fue en Valpo, con unos amigos. Como no volvía a Santiago, nos fuimos a tomar algo. Estábamos en un período con mucho estrés, terminando nuestro examen de título, era justo y necesario desestresarse. Quede voladísima y para colmo, me quedaría en la casa de un amigo donde era la primera vez que conocía a su familia. Comprenderán que ese viaje en micro engullendo comida para que se me pasara y no llegar con cara de juguete.

Bueno, bueno retomando el tema y no pescando las ramas; mis primeras fumadas fueron muy esporádicas, siempre alguien me convidaba una quemadita. Pero con el tiempo, las cosas fueron ascendiendo. Comencé a comprar. Comencé a tener mi red de dealears, empece a probar diferentes sepas y a consumir con regularidad (casi diaria el último tiempo). Y es en esos momentos que pienso que fue de la niña que le escondía los cigarros al papá? Ya no quedaba nada de ella en mí. Tampoco quedó en mi ninguna de las campañas del Conace. A pesar de que no me reconozco ni alcohólica, ni drogadicta, creo tener una relación cordial con ambas, hemos aprendido a convivir y a comportarnos.
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