martes, 5 de julio de 2016

Capítulo 7. Mekano y lo que dejo en nosotros

A nadie con un poco de amor propio reconocerá jamás de los jamases que vio Mekano, ese programa juvenil, donde salían bailando las chiquillas casi empelota. Tampoco reconocerá que se aprendió todas las coreografías. Menos aun reconocerá que las bailo en el colegio, porque reconocer eso es demasiado poco cool!
Pero, pero... si te ponen estas canciones, tipín cinco de la mañana, en pleno carrete, es demasiado poco cool no saberse las coreografías. En esos momentos y a esa hora, a veces me creo Vivi o Pops. Pero prefiero creerme Vivi, por que fue más viva y se comió a Thiago y a Fabricio. 
Como que me entra no se que wea y me las doy de coreógrafa. Y cinco, seis, siete y ocho! (Asumir que me convierto en gogo dancer en estas situaciones es muy muy poco cool) 
Quienes me conocen, saben los jugos que doy (sin estar alcoholizada, lo que hace peor las circunstancias, porque me pego estos show de coreografías sobria). Aunque esto no solo pasa con las canciones de Mekano, pasa con Cachureos, Gloria Trevi, Supernova, Stereo3, Rafaela Carra y la lista sigue.
Bailar las canciones de Mekano, siempre será menos pecador que bailar un reggeton con el cual, de seguro quedaría embarazada. Y ahora, viendo las cosas en perspectiva, después de todo, no era tan sexualizado como ahora, que más que bailar, parecen ritos de apareamiento.

Me dan unas ganas de mover mi cucumelo!





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